La autodenominada capital de Europa es conocida por su diversidad cultural, exquisito chocolate y cientos de variedades de cerveza que ofrece al viajero. Pero, además, seduce con el encanto de la Grand Place, las leyendas del Manneken Pis, una ruta del cómic que te dejará con la boca abierta y gastronomía para todos los gustos. Recorremos Bruselas en dos días donde no queda sitio para aburrirse.
¡Vuela ya a Bruselas!1. Grand Place
Sin duda, el corazón de la capital y uno de los lugares más concurridos. Ya sea para admirarla en todo su esplendor o tomar algo en cualquiera de los locales que se encuentran en ella, la Grand Place es uno de los must que ver en Bruselas en dos días. Ayuntamiento, que data de 1459, Maison du Roi o Le Pigeon, entre los números 26 y 27, y vivienda del novelista francés Víctor Hugo durante su exilio en Bélgica, son algunos de los monumentos más destacados de una de las plazas más famosas de Europa. A la izquierda de la Casa Consistorial, no dejes de tocar el brazo de la estatua de Everard t’Serclaes, ya que, dicen, da buena suerte.
2. Manneken Pis
Es uno de los emblemas más queridos y no puede faltar en una escapada a Bruselas en dos días. El Manneken Pis fue creado en 1388 y ha visto pasar ante sus ojos gran parte de la historia de la urbe, además de millones de turistas que no dejan de fotografiarlo día y noche. Realizado en bronce, y con 61 centímetros de altura, es tradicional disfrazarlo en determinadas ocasiones y cuenta con un ‘armario’ de más de 800 trajes, muchos de los cuales pueden contemplarse en el Museo de la Ciudad. Cuenta con su versión femenina: Jeanneke Pis, esculpida en 1985, y representa a una niña orinando en cuclillas con aspecto burlón, así como otra canina: Zinneke Pis.
3. Atomium y Mini Europe
¿Viajas con niños y necesitas ideas para disfrutar Bruselas en 48 horas? Estas dos atracciones les encantarán:
-Atomium: con 102 metros, esta obra de André Waterkeyn representa un átomo de hierro ampliado 165.000 millones de veces. Está formado por 9 esferas de 18 metros de diámetro cada una, que se comunican entre sí a través de escaleras mecánicas ‘ocultas’ en tubos. Dentro de cada bola se programan exposiciones temporales y permanentes, y la más alta de todas alberga un restaurante panorámico.
-Mini Europe: inaugurado en 1989 al pie del Atomium, recibe más de 300.000 visitantes al año para contemplar cerca de 350 maquetas a escala 1/25 que representan a 80 ciudades de la Unión Europea. Dos de los monumentos más llamativos, junto a una réplica de la Grand Place, son el Big Ben londinense, con 4 metros de altura, o la Torre Eiffel, de 13 metros.
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4. Galerías Saint Hubert
Fueron las primeras galerías comerciales de Europa cuando abrieron sus puertas en 1837. Con 200 metros de largo, se dividen en tres zonas: Galería del Rey, de la Reina, y de los Príncipes. Están coronadas por una imponente cúpula de cristal que permite el paso de luz, pero aísla las instalaciones de lluvia y frío, convirtiéndolas en idóneas para pasear y curiosear si el tiempo no acompaña en Bruselas en dos días. Joyerías, librerías, tiendas de complementos exclusivos y decoración, cafeterías y restaurantes, o algunas de las mejores marcas de chocolates, como Leónidas, Godiva o Neuhaus, forman parte de la atractiva oferta de Galerías Saint Hubert.
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5. Catedral de Bruselas
Considerada la principal iglesia católica de la nación, su cercanía al centro hace que sea otro de los imprescindibles que ver en Bruselas en 2 días. La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, de estilo gótico, se empezó a construir en 1226 con piedra de Gobertange, pero no se concluyó hasta 1500, más de dos siglos después. En su interior destacan sus vidrieras, de los siglos XVI, XVII y XIX; un imponente órgano Grenzing con 4 teclados y más de 4.000 tubos, así como el ‘Tesoro de la catedral’, dentro de la Capilla del Santísimo Sacramento, con diferentes obras de arte religioso, objetos litúrgicos, una cruz-relicario del año 1.000, o La leyenda de Santa Gúdula, pintura de Michel Coxcie.
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6. Basílica del Sagrado Corazón
El mejor mirador de la capital se encuentra un poco alejado de la ruta turística, pero merece la pena si vas a pasar dos días en Bruselas. Esta joya de la arquitectura del siglo XX, de estilo Art Decó, con 89 metros de altura y 167 de largo, es la sexta basílica más grande del mundo. Fue construida en el periférico barrio de Koekelberg para conmemorar el 75 aniversario de la independencia de Bélgica, y fue Leopoldo II quien colocó la primera piedra en 1905. Su levantamiento no terminaría hasta 1971, ya que fue interrumpido durante las dos guerras mundiales. Desde su cúpula, a 53 metros de altitud, pueden contemplarse vistas de 180º de la metrópolis.
7. Una jornada dedicada a los museos de Bruselas
¿Buscas museos que ver en Bruselas en dos días? Aquí, los favoritos de Skyscanner:
-Magritte: René Magritte fue uno de los artistas belgas más reconocidos del siglo XX y en esta pinacoteca se exhiben 250 de las cerca de 2.000 obras que pintó, en más de 2.500 metros cuadrados. Cada una de sus tres plantas recorre un período de su vida: comienzos, cuadros menos conocidos y creaciones más famosas.
-Museo de Instrumentos Musicales: si eres aficionado a la música, esta galería con alrededor de 8.000 instrumentos, 1.500 de ellos expuestos, te enamorará. Ubicado en un bellísimo edificio Art Nouveau, llamado Old England, su restaurante de la décima planta es perfecto para un bocado rápido mientras se contempla el horizonte.
-Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica: esta agrupación de cuatro centros es la más famosa del país y se compone de Museo de Arte Antiguo, de Arte Moderno, Constantin Meunier y Antoine Wiertz, agrupando entre todos alrededor de 20.000 pinturas, esculturas y dibujos.
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8. Y otra, a los palacios más bonitos
-Palacio del Cincuentenario: con su característico arco del triunfo que recuerda a la berlinesa Puerta de Brandenburgo, alberga tres colecciones muy recomendables para Bruselas en 48 horas: Autoworld, con coches de todas las épocas; Historia Militar, y otro de igual denominación, que muestra la evolución de la historia de la humanidad.
-Palacio Real: sede burocrática de la monarquía belga, no es su lugar de residencia, pero sí donde se alojan los invitados por la familia real. Abre al público desde el 21 de julio, fiesta nacional, hasta principios de septiembre, de martes a domingo, entre 10:30 y 17:00 horas.
-Palacio de Justicia: sede de los tribunales de justicia del estado, es uno de los edificios más impresionantes de Europa y, al estar situado en la parte alta, puede contemplarse casi desde cualquier punto de la ciudad. Se extiende a lo largo de 26.000 metros cuadrados y cuenta con 104 metros de altura.
9. La ruta del cómic
Bruselas en un fin de semana no sería completo sin un recorrido por la extensa tradición de este país con el mundo animado. Más de cuarenta fachadas albergan viñetas representadas en forma de mural. Tintín, Astérix y Obélix, Los Pitufos o Lucky Luke han servido para zanjar los problemas de rehabilitación de algunos edificios, cuyas paredes quedaban al descubierto tras diferentes derribos, y ahora lucen espléndidas y coloridas con estos personajes. Puedes completar este itinerario con una visita al Museo del Cómic, The Tintin © Hergé Gallery, o la Tienda Oficial de Los Pitufos, con todo el merchandising de estos bajitos azules que uno pueda imaginar.
10. Camarero, ¡una de mejillones!
La gastronomía belga es tan variada como sorprendente, y la capital del país, el mejor sitio para saborearla. Una escapada a Bruselas en dos días no será redonda si dejas de hincarle el diente a una buena cazuela de mejillones con patatas fritas, plato típico por excelencia, que se sirve en raciones de hasta kilo y medio por comensal. Al vino blanco, marinera, picantes, curri, gratinados, a la plancha… Prueba también carbonnades flamandes, estofado de ternera en cerveza local, antes de poner la guinda al pastel con un goloso gofre, postre más solicitado por los turistas, que puede comprarse en decenas de puestos callejeros.
11. ¿Una cerveza? ¿O mejor dos?
Bélgica es el primer productor de cerveza del planeta y hay quien asegura que la cantidad media que ingieren sus ciudadanos a lo largo del año supera los cien litros… Exprime al máximo Bruselas en 48 horas y refréscate con algunas de las más famosas: Leffe, Chimay o Stella Artois. Es tradicional que cada una de ellas se sirva en su propia copa serigrafiada con la imagen de marca. Acompáñala con una bandeja de cualquiera de las ochenta variedades de quesos belgas, que se dividen en cinco tipos: con vetas azules, duro, medio duro, blando y fresco. O, ¿por qué no?, con chocolate, uno de los maridajes que se han puesto de moda en los últimos años.
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