Valencia vive con fervor la Semana Santa Marinera, cuando más de 30 hermandades, cofradías y corporaciones participan en esta fiesta religiosa. En Semana Santa, la ciudad ya goza de un clima perfecto para salir a la calle, tomar una horchata valenciana en alguna terraza, visitar el centro y disfrutar de un paseo por la playa.

Si estás buscando playas paradisiacas, pero a la vez te gustan aventura y naturaleza, Mauricio tiene todo lo que buscas. Esta isla, situada al lado de Madagascar, tiene una riqueza cultural increíble que no te puedes perder. ¿Y si, además, te digo que puedes bucear con delfines salvajes, conocer tortugas gigantes o sumergirte en la cultura hindú visitando el lago sagrado Grand Bassin? Si quieres descansar, lo mejor es hacerlo en la playa de Le Morne o con una excursión a la famosa isla de los Ciervos, donde puedes relajarte en el catamarán y hacer esnórquel. Por estos y muchos otros motivos, Mauricio es uno de los mejores destinos para ir en Semana Santa.

Semana Santa es un momento perfecto para una escapada al norte de Europa, pues el frío va dejando paso a los días soleados y vuelven a apetecer las rutas en medio de la naturaleza. Por eso, mi recomendación para Semana Santa este año es Noruega, para que te pierdas en sus infinitos fiordos, disfrutes de la soledad de sus impactantes vistas, te quedes a dormir en un pueblo de cuento, recorras glaciares, experimentes sensaciones de esas que creías olvidadas… y dejes allí un trocito de tu corazón que te obligará a volver. ¡Eso seguro!

Túnez no está muy lejos, a la altura de Malta o Cerdeña, pero en un breve vuelo habrás cambiado no solo de país, sino de cultura y hasta de continente. En esta nación de mayoría musulmana no vas a ver ni una procesión de Semana Santa, y eso para mí es motivo suficiente para hacer una escapada a este lugar. Además, por entonces no ha llegado el verano, que por estas latitudes es bastante duro. La gente es amable y agradecen tu visita. Por no hablar de sus atractivos turísticos: los zocos de la capital, las playas de la isla de Yerba, el bello pueblo costero de Sidi Bou Said, con las localizaciones de 'Star Wars' en el desierto, el inmenso coliseo romano El-Jem, el inquietante lago de Sal de Chott el-Jerid, o Tozeur, la capital del desierto rodeado de oasis. Lugares que no olvidarás de tu viaje a Túnez.

Bosnia y Herzegovina es uno de los grandes destinos desconocidos de Europa. Las ciudades más visitadas de este país de la antigua Yugoslavia son Sarajevo y Mostar. Por su historia, presente, futuro y un patrimonio natural precioso, quizás deberías incluir Bosnia en tu lista de destinos que visitar en Semana Santa. Sarajevo es tranquila, muy manejable y no muy turística. No te pierdas pasear por su casco antiguo (Bascarsija) y visitar el Túnel de la Guerra, muy cerca del aeropuerto. Mostar es, en cambio, más turística y pequeña. Su lugar más famoso es el Stari Most, el puente viejo sobre el río Neretva, símbolo de la Guerra de Bosnia. Si hay tiempo, no dudes ir también a Travnik, Jajce o Pocitelj, pueblos menos conocidos pero muy pintorescos.

Grecia es uno de los mejores destinos para viajar en Semana Santa. Además, la buena acogida de los griegos, que se alegran cuando les dices que eres español, hace de este un destino especial. Sin el calor del verano, ni tanto turismo, la primavera es una época ideal para visitar Atenas. Allí te esperan la impresionante Acrópolis y otros yacimientos arqueológicos que atestiguan la ciudad-estado que fue. Tiene buenos museos, mercados y una combinación de Oriente y Occidente que sorprende. Si dispones de toda una semana, un combinado perfecto puede ser ir un par de días a la isla de Naxos, una de las Cícladas más bonitas y bien comunicada con al menos un par de ferris al día, aun siendo temporada baja. Allí respirarás el Mediterráneo en su más pura esencia.

La marcha del invierno en Alemania se simboliza con los colores brillantes y dorados que recubren los huevos de Pascua. Enlazados, adornan las fachadas de casas, árboles, fuentes y jardines junto a simpáticos conejos. Si los pueblos de Baviera como Rotemburgo, Füssen u Oberammergau son de cuento, ¡imagina con esta original decoración! Ya lo sabes: pon rumbo a Baviera en Semana Santa.

Una de las mejores épocas para viajar a Costa Rica es, sin duda, Semana Santa. El destino eco y verde por excelencia es uno de los lugares más maravillosos del continente americano. El respeto por la naturaleza, sostenibilidad y amabilidad de su gente hacen del país tico la mejor experiencia para viajar tanto en solitario, como en pareja o en familia. Disfruta tanto de San José –su capital– como de los numerosos parques naturales del país. ¿Sabías que el 25% de la nación son áreas protegidas? Hay para elegir bosques protegidos, bosques secos tropicales, bosques nublados, áreas marinas y humedales, entre otros. Si planeas una ruta por Costa Rica, lugares como Tortuguero, Corcovado, Tamarindo o el Volcán Arenal deben estar en tu itinerario viajero.

Mi recomendación para viajar en Semana Santa es Guanajuato. Y voy a daros tres razones para viajar a esta ciudad de México. El primero y más importante para mí, es que es un estado muy seguro para viajar en familia. También tiene pueblos y ciudades coloniales como San Miguel de Allende, declarada la mejor ciudad turística del mundo, junto a otros lugares que no puedo dejar de mencionar, como Guanajuato ciudad, San Jose Iturbide o Dolores Hidalgo, cuna de la independencia mexicana. Por último, los guanajuatenses son gente amable, hospitalaria y cariñosa con todos sus visitantes.

Nuestra recomendación para Semana Santa es una escapada por la provincia de Girona. Comenzaríamos con una ruta siguiendo los pasos de Dalí: Figueres, con el teatro museo Dalí; Portlligat, con la casa museo del pintor; Púbol con el castillo Gala Dalí; y el santuari dels Àngels, donde contrajeron matrimonio Gala y Dalí. Continuaríamos con una visita a la ciudad medieval de Besalú y con alguna ruta por el parque natural de la zona volcánica de la Garrotxa. ¿Has pensado alguna vez entrar en un volcán? Para acabar, recorremos los escenarios de 'Juego de Tronos' en la ciudad de Girona. No todo van a ser procesiones, ¿no?

Además de la archiconocida Playa de la Concha y la gastronomía guipuzcoana (liderada por los pintxos y restaurantes con estrella Michelin), cuenta con espacios contemporáneos como Tabakalera para el disfrute de todo tipo de público.

Desde que viví en Estambul en el año 2000, cada vez que puedo me escapo a esta ciudad, tan cerca de España y tan diferente culturalmente. Aparte de las visitas imprescindibles por el barrio de Sultanahmet, el Gran Bazar, el Bazar de las especias y algunas mezquitas impresionantes, siempre intento recorrer barrios más alejados de la órbita turística. Me gustan especialmente Ortakoy y Besiktas, ambos barrios populares y estudiantiles, llenos de restaurantes y vida a cualquier hora. Me gusta caminar por los paseos que han hecho a lo largo del Cuerno de Oro hasta Sütlüce (donde visitar el Museo de la Energía) pasando antes por Balat o Fener, disfrutando de sus casas de madera. Y, desde luego, del Bósforo ya sea recorriendo sus orillas por los barrios de Bebek o Arnavutkoy, o yendo hasta Rumeli Fener, el pueblo en su extremo norte para ver el Mar Negro, un excelente lugar para comer en alguno de sus restaurantes de pescados y contemplar el tercer puente construido sobre el estrecho.